sábado, 28 de enero de 2017

ODA AL DORADO



Es abrir las primeras páginas del Hola!, esas que se dedican a mostrar mansiones de personas famosas que suelen ser:

  • herederas de imperios automovilísticos
  • herederos de firmas de zapatos con las suelas rojas
  • herederas de grandes firmas de bolsos de cocodrilos
  • herederos
  • herederas
  • empresarios de... de?
  • empresarias de...de?
Total, es abrir estas primeras páginas del Hola! y quedarse cegado con esos refugios (refugios cuyos baños, o sea no, cuyo espacio que ocupa el wáter-solo-  es como toda mi casa)...esos refugios refulgentes de dorados, brillantes muebles decorados con cabezas de toro con cuernos afilados igual de dorados, cocinas con encimeras doradas donde descuartizar doradas doradas para hacer al horno dorado...
Sí, esas casas, esos lugares. No solo dorados sino también...acolchados...Oh! qué mezcla, QUÉ MEZCLA! Es la única, la auténtica...es todo lo que una persona puede desear de un...HOGAR, así, con mayúsculas. Dorado y acolchados. Así la vida sí que debe ser maravillosa.


Piensa una en esos hoteles antiguos de moquetas y puertas de ascensores dorados, y rematados dorados en la cabecera de la cama... Esos, esos, son los buenos hoteles, no como los de ahora, plasticorro, impersonales...todo blanco, a dónde vamos a ir a parar.  Dicen que los hoteles tienen que ser como pequeños palacios temporales, como esos lugares de ensueño a los que te trasladas mientras disfrutas de unas idílicas vacaciones, no? Pues un hotel en el que entras y es como si pasaras a un anuncio de compresas (de esos que tampoco no, no, por favor, no)...no es un hotel, no es un paraíso soñado. Es directamente un anuncio de yogures con bífidus. Y esa NO es mi imagen de idílicas vacaciones.

El dorado está muy estereotipado, amiguitxs. Se identifica con cierta gente, con ciertos lugares...Y el dorado es elegancia, es glamur...es esa cadencia kich de antes, de mejores años. Hay que saber apreciarlo, eso sí. Y no todo el mundo es capaz de ello.


Porque a ver... la plata, lo plateado...eso es para quien no puede llegar a lo dorado. Eso es así, hay que admitirlo. Será mejor para todos. No pasa nada. Unos son de dorado y los que no, de plateado. La plata es de esa tribu urbana que se dedica a beber litronas en las plazas; el dorado, el dorado traído a lo moderno, a las joyas de diseño contemporáneo, a las camisas con hombreras que reivindican los años ochenta... el dorado es para los que tomamos vermú y nos acostamos pronto los fines de semana, Repito, eso es así. Lo digo sin acritud. Y todxs podemos ser amigxs.





Quiero reivindicar en este post el valor del dorado... que es el valor de una forma de vida. Directamente. Pero una forma de vida que no tiene que ver con lo casposo, o sí, o con lo antiguo, o sí. 

Hay que ir por la vida mirando en dorado, amigxs. Buscando la estela brillante de los demás y compartiendo la propia. El dorado es el reflejo del sol, del calor... es el brillo que se refleja en los bellos amaneceres que nos esperan...

¿A que os dan ganas de un paseo en un unicornio,- dorado, claro- con el cabello al viento y en cámara lenta, si puede ser? (Y con banda sonora de Richard  Clayderman)



https://www.youtube.com/watch?v=6wLti06X_Bc


DAOS ESE GUSTAZO, AMIGUIS. VERÉIS LA VIDA DE OTRA MANERA. 

*Nota: ejemplo a seguir...Diego El Cigala. Grandioso, flamenco donde los haya...




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